¿Son todos los estudios de pisada iguales?

El mundo de los estudios de pisada y las plantillas personalizadas cada vez es más popular y de cara al usuario aparecen muchas y muy variadas opciones.

Es conveniente aclarar algunos conceptos para que la persona interesada pueda elegir teniendo conocimiento de lo que realmente está adquiriendo.

¿En que consiste un estudio biomecánico de la marcha y quién debe de realizarlo?

El estudio biomecánico consiste en el análisis de  nuestra forma de pisar y su posible influencia en otras estructuras. Según la legislación vigente, el diagnóstico realizado mediante un estudio biomecánico de la marcha, debe de ser realizado por un profesional sanitario cualificado (principalmente podólogo). La biomecánica es un terreno multidisciplinar. Cuantos más puntos de vista cualificados formen parte de este equipo, mejor será el resultado (traumatólogos, médicos rehabilitadores, fisioterapeutas, Preparadores físicos, etc.). El resultado del estudio biomecánico de la marcha será un informe en el que se especificará nuestro tipo de pie y nuestra forma de pisar de manera pormenorizada así como la relación existente con patologías presentes o futuras.

El estudio que se realiza en una tienda de deporte, ¿es un estudio biomecánico de la marcha?

El estudio que se realiza en algunas tiendas de deporte no está orientado a vincular la forma de pisar con una patología y la prevención de la misma sino que se trata de un análisis muy sencillo con el objetivo de poder indicar el tipo de zapatilla que puede estar más indicada para nuestra forma de pisar. Este análisis no está realizado por un profesional sanitario y no estaría indicado para aquellos pacientes o deportistas que lo que pretendan sea estudiar si su forma de pisar puede estar relacionada con alguna patología presente o futura.

Un estudio biomecánico de la marcha realizado en un centro especializado nos va a dar mucha más información que si somos pronadores o supinadores. Hemos de entender que la indicación de decir si somos pronadores o supinadores es muy poco específica. Todas las personas “pronamos” al caminar ya que el despegue se realiza siempre por el primer dedo. Al igual que casi todas las personas “supinamos” al chocar el talón contra el suelo (por eso casi todo el mundo gasta el talón por la zona externa).

En un estudio biomecánico de la marcha se estudian conceptos como desplazamientos del centro de presiones, estabilometría (estudio del equilibrio),  asimetrías, evolución del centro de presiones durante la dinámica del paso, estudio cinemático de la carrera (tiempos de vuelo, tiempos de apoyo, posibles dismetrías, desplazamientos angulares, velocidades, etc.). Además en algunos centros se puede realizar estudio cinemático en 3D  de la carrera mediante el uso de sistemas de marcadores tridimensionales y pistas de atletismo instrumentadas (como la pista instrumentada Mondo Track instalada en la central de Podoactiva en el Parque Tecnológico Walqa). Otros medios que habitualmente se utilizan para la realización del estudio biomecánico de la marcha son la filmación en video de alta velocidad, las plataformas de fuerzas, la electromiografía de superficie, la tensomiografía, etc.

¿Puede una ortopedia realizar un estudio biomecánico de la marcha?

Según la legislación vigente una ortopedia no puede realizar un estudio biomecánico de la marcha  con el objetivo de emitir un diagnóstico al respecto  (Real Decreto 542/1995) ni  puede tener dentro de su establecimiento ningún profesional capacitado para ello (médico, podólogo, etc.) ( Ley 29/2006 y Ley 28/2009). El técnico ortopeda tiene una formación  de grado técnico encaminada a la fabricación de determinados elementos ortopédicos a medida bajo la receta emitida por un facultativo. En ningún caso tiene  formación para diagnosticar ninguna patología ni realizar una prescripción sobre el tipo de plantilla que debe de usar un determinado paciente.

Hay multitud de ortopedias y técnicos ortopedas muy profesionales que se limitan a realizar su trabajo con profesionalidad y a fabricar tratamientos en función de la prescripción que un especialista ha recetado al paciente. En otros casos vemos ortopedias que anuncian entre sus servicios el estudio de la marcha y el diseño y fabricación de plantillas a medida. Es importante tener en cuenta que una plantilla bien indicada, diseñada y fabricada puede prevenir multitud de lesiones pero hemos de saber que una plantilla mal diseñada o que no esté hecha basándose en un correcto diagnóstico puede ser  perjudicial para nuestra salud y en lugar de prevenir una patología, la puede generar. El hecho de que en una ortopedia nos hagan caminar por una plataforma de presiones y veamos nuestros pies con colores  o nos filmen en vídeo,  no quiere decir que estén cualificados para hacer un estudio de la marcha. Cuando un técnico ortopeda nos realiza un “estudio de la marcha” y nos indica una plantilla es  lo mismo que si un auxiliar de farmacia nos auscultara con un fonendoscopio y nos recetara un antibiótico. Ser un buen profesional es hacer muy bien aquellas funciones para las que estamos cualificados técnica y legalmente.  Es difícil para el usuario distinguir si una persona con bata blanca es médico, podólogo o técnico ortopeda por lo que es importante tener claro quién es quién y exigir que quien nos realice el estudio y el diagnóstico esté cualificado para ello. Nuestra salud está en juego.

Todas las plantillas fabricadas a medida tienen un efecto en nuestro organismo (no existe una plantilla personalizada que no tenga ningún efecto). En algunos sitios hemos visto anunciado el concepto de “plantillas fisiológicas a medida” publicitando que son plantillas sin ningún efecto. En si mismo ya es una contradicción porque si no tiene ningún efecto no tiene ningún sentido que sean a medida. Sería lo mismo que hacer gafas graduadas sin corrección.

Además es un concepto falso en el sentido de que todas las plantillas adaptadas al pie van a tener un efecto (positivo o negativo). Se puede entender que adaptando la plantilla a la forma del pie en una posición neutra, ésta no pudiera tener ningún efecto negativo. Esta afirmación es totalmente falsa por dos motivos: el primero porque no existe una posición “neutra” y cada paciente tiene su propia alineación del pie con sus propias compensaciones que hay que conocer y segundo, que la posición en la que se ha adaptado la plantilla (con el paciente quieto) puede ser muy distinta a la posición que el pie y  la pierna adopte cuando el paciente está en movimiento. Por eso es tan importante realizar un correcto estudio de la marcha para diagnosticar tanto el pie en parado (situación estática) como en movimiento (dinámica). Ha de ser un profesional cualificado el que decida en qué posición se ha de tomar el molde de ese paciente  (sea molde  físico o virtual) ya que es totalmente decisivo para el resultado de la plantilla.

Resumiendo:

1. – En una tienda de deporte podemos tener una aproximación de nuestra forma de pisar  únicamente encaminada a la compra de una zapatilla. En ningún caso un dependiente estaría cualificado  (ni técnica ni legalmente) para diagnosticar la influencia de la pisada en nuestra salud y diseñar o fabricar una plantilla personalizada. En una tienda de deporte especializada vamos a encontrar a grandes profesionales perfectamente cualificados para el asesoramiento de la zapatilla más indicada para nosotros.
3. – Si decidimos hacernos una plantilla personalizada en una ortopedia, debemos acudir con una prescripción (receta) muy precisa de un profesional cualificado para ello (podólogo, traumatólogo, médico rehabilitador, etc.). El técnico ortopeda no tiene cualificación para realizar un estudio biomecánico de la marcha ni para prescribir el tipo de plantilla que necesitamos.
5. – En un centro especializado podremos obtener un estudio biomecánico con el que se diagnostique si nuestra forma de pisar está relacionada o puede estarlo con determinadas patologías.