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Síndrome de la clase turista o trombosis venosa. Consejos y ejercicios para prevenirlo.



¿QUÉ ES EL SÍNDROME DE LA CLASE TURISTA?

 

En viajes o trayectos largos en coche, tren, autobús o avión, en los que pasamos muchas horas sentados antes de llegar a nuestro destino, algunas partes de nuestro cuerpo, como las piernas y/o pies, pueden sufrir ciertas consecuencias negativas. Una de las patologías más frecuentes y conocidas es el denominado síndrome de la clase turista o trombosis venosa.

 

El síndrome de la clase turista es un problema vascular que puede producirse por no moverse durante un largo periodo de tiempo provocando la posible aparición de coágulos en las extremidades inferiores.

 

El término está relacionado con los viajes ya que, en los trayectos largos, sobre todo, de avión, había un aumento de los síntomas de trombosis venosa en los pasajeros, ya que permanecían mucho tiempo sentados y sin espacio para estirar las piernas

 

En el caso del transporte aéreo confluyen varios factores que incrementan las posibilidades de padecer esta trombosis venosa como la disminución de la presión, el sedentarismo y el descenso de humedad (deshidratación).

  

 

SÍNTOMAS. ¿QUÉ SEÑALES INDICAN LA TROMBOSIS VENOSA?

 

En estos viajes, los síntomas que podemos observar al permanecer durante un tiempo prolongado sin movernos son 3 principalmente:

 

1. Hormigueo o adormecimiento de los pies y del tronco inferior en general.

 

2. Hinchazón de pies y piernas.

 

3. Dolor y pesadez en pies y piernas. 

 

Cabe destacar que, en casos más extremos, se puede generar un coágulo debido a la acumulación de sangre en las venas. Una vez formado el coágulo, este puede liberarse a la circulación y provocar una embolia de pulmón, que provocará dificultad respiratoria, taquicardia, dolores de pecho y, en algunos casos, pérdida del conocimiento.

 

La trombosis venosa es poco habitual. En personas que no padecen factores de riesgo, no rebasa el 1% de prevalencia, y en pacientes de alto riesgo, entre el 3% y el 5%. 

 

 

CAUSAS. FACTORES DE RIESGO QUE PUEDEN PRODUCIR TROMBOSIS

 

El riesgo de sufrir esta patología aumenta hasta un 4% o 5% en el caso de quienes tienen los siguientes factores de riesgo:

 

Obesidad o sobrepeso.

 

Hipertensión arterial.

 

Antecedentes cardiacos y/o patologías de coagulación.

 

– Personas que han sido recientemente intervenidas quirúrgicamente.

 

– Personas que consumen alcohol y/o tabaco.

 

– Mujeres embarazadas.

 

– Personas de edad avanzada (mayores de 60 años).

 

Varices

 

-Etc.

 

Para aquellos viajeros que presenten algún problema cardiovascular previo siempre es recomendable consultar al médico o especialista antes de emprender el viaje.

 

 

CONSEJOS. 3 RECOMENDACIONES PARA PREVENIR EL SÍNDROME DE LA CLASE TURISTA

 

1. CALZADO Y ROPA

 

Es recomendable utilizar prendas poco ceñidas y calzado cómodo, que se pueda abrir o quitar con facilidad si el pie se dilata, evitando cuñas y tacones. Esto nos dará libertad de movimientos para mover las piernas, tobillos y pies.

 

Por otro lado, si nos descalzamos, hay que tener presente que el pie estará dilatado varias horas después de la llegada el destino. 

 

Cabe destacar que las medias o calcetines de compresión son una buena ayuda para trayectos largos, ya que ayudan a mejorar el retorno venoso.

 

 

2. ¡MUÉVETE!

 

Aunque el medio de transporte no siempre lo permite, hay que intentar moverse y levantarse del asiento cada 1 o 2 horas a ser posible. En el caso de los aviones, trata de viajar en los asientos con mayor espacio (como los asientos de pasillo o de salida de emergencias) para mover o estirar las piernas. Si hay paradas o escalas, aprovecha ese tiempo para activar tu tronco inferior.

  

 

3. COMIDA Y BEBIDA

 

Es recomendable beber abundantes líquidos para evitar la deshidratación, preferiblemente agua, y moderar la ingesta de alcohol, té y café antes y durante el viaje ya que pueden favorecer la aparición de trombos.

 

Además, durante el trayecto también es mejor evitar comidas copiosas que puedan provocar sensación de pesadez.

 

Evita posturas incómodas que dificulten el flujo sanguíneo en las extremidades inferiores, como cruzar las piernas o tenerlas colgando.

 

 

EJERCICIOS. ¿QUÉ ACTIVIDADES REALIZÓ PARA MEJORAR LA CIRCULACIÓN SANGUÍNEA?

 

Tanto si vas a realizar trayectos largos, como si en tu vida diaria permaneces sentado durante tiempos prolongados, te recomendamos una serie de sencillos ejercicios que mejorarán la circulación sanguínea:

 

1. Sentados en nuestro asiento, colocaremos las piernas juntas en ángulo de 90º de rodillas y pies y realizaremos una flexión plantar de tobillo. (Ver vídeo)

 

2. Ejercicios de movilidad de la articulación del tobillo, moviéndolos en todos sus rangos articulares de arriba a abajo, hacia los lados y dibujando círculos en ambos sentidos. (Ver vídeo)

 

3. Con las rodillas, que estarán en ángulo de 90º y el pie apoyado completamente, colocaremos un objeto pequeño y lo sujetaremos elevando y bajando las piernas lentamente.  (Ver vídeo)

 

4. Masaje ascendente desde los tobillos hacia las rodillas para estimular la circulación. (Ver vídeo)

 

 

 

En Podoactiva podemos ayudarte. Consulta tu clínica Podoactiva más cercana AQUÍ o contáctanos en el 974 231 280 o a través de info@podoactiva.com.

 

 

Carlos Martín López

Director clínico de Clínica Podoactiva Sagasta

 

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