Podoactiva en la jornada “Hospital Innovador 2013”

La innovación como nexo de unión entre instituciones públicas y privadas en beneficio del paciente. CIBA (Centro de Investigación Biomédica de Aragón).

El pasado viernes se celebró en la sede del CIBA (Centro de Investigación Biomédica de Aragón) la jornada sobre HOSPITAL INNOVADOR  organizada por el Instituto Aragonés de Ciencias de la Salud.

Estoy muy agradecido a la organización de este evento por el hecho de haber pensado en Podoactiva como ejemplo de empresa innovadora. Fue un verdadero placer para mi poder presentar nuestro trabajo.

Fue una jornada altamente provechosa para mí en la que pude descubrir el gran potencial y la gran cantidad de talento e ilusión que había en todos y cada uno de los proyectos innovadores que se presentaron en las jornadas. Excepto el caso de Podoactiva, el resto de proyectos se trataban de iniciativas de investigación lideradas y llevadas a cabo por personal del sistema público de salud de Aragón. Fundamentalmente por profesionales del Hospital Clínico y del Hospital Miguel Servet.

Al igual que ha pasado en nuestro caso, la práctica totalidad de todos los proyectos de innovación que se presentaron parten de una necesidad no cubierta o de un proceso con claro margen de mejora. Difícilmente a nadie mejor que a un equipo de ginecólogos se les puede ocurrir cómo un software puede facilitar los trámites para la gestión más eficaz de la atención de una embarazada durante todo su proceso, o quién mejor que una excelente dermatóloga (como la Dra. Yolanda Gilaberte) puede idear una App para la formulación magistral en dermatología.

Estos son sólo dos ejemplos de los muchos e interesantes trabajos que se presentaron.

El nexo común de todos ellos es la capacidad de innovar, de pensar diferente y de tener el convencimiento y la ilusión de que todo lo que hacemos puede mejorarse en beneficio del paciente.

La mayor parte de proyectos se han realizado exclusivamente para mejorar la calidad de lo que un determinado grupo de profesionales estaba haciendo, sin tener ninguna repercusión económica para ellos. En cambio, puedo asegurar que la pasión al defender cada uno de los proyectos era la misma que la de un CEO que tiene que convencer a un grupo de inversores para que apoyen su iniciativa.

En resumen, estoy convencido de que en la sanidad pública y privada hay un grupo de profesionales (creo que abundante) a los que les mueve por encima de todo el compromiso con su profesión y con sus pacientes y que están dispuestos a salirse del camino marcado para encontrar nuevas soluciones innovadoras que mejoren su trabajo.

Esto es ni más ni menos lo que hace que las cosas avancen. Quizás la asignatura pendiente sea que las empresas privadas y las instituciones públicas sepamos tener la capacidad suficiente para que todo el gran potencial de estos profesionales pueda canalizarse y revierta en avances sólidos, mantenidos en el tiempo y transferibles en beneficio de la sociedad (en forma de patentes, licencias, contratos de investigación, … o lo que sea). Quizás también aquí tengamos que innovar e inventarnos fórmulas que permitan poder seguir trabajando en lo que a uno le gusta (visitando pacientes) pero a la vez potenciar la participación y colaboración  con grupos de investigación y empresas que permita potenciar al máximo las capacidades innovadoras de cada profesional.

Estoy convencido que el CIBA (Centro de Investigación Biomédica de Aragón), con sus excelentes instalaciones, va a jugar un papel decisivo en este campo.

Como dijo John Scully: “la mejor forma de predecir el futuro es inventarlo”.