Blog de Podoactiva

Especial Juegos Olímpicos: Salto, el pie como un muelle



El salto es una disciplina olímpica que tiene cuatro posibles ejecuciones y unas demandas muy específicas para la extremidad inferior: salto de longitud, de altura, de altura con pértiga y triple salto.

 

El clásico salto de longitud consiste en una carrera en la que el atleta realiza un impulso frontal para alcanzar la máxima distancia con un único salto. Esto implica que además de la técnica de running desarrollada, se debe ejecutar de forma muy precisa el último impulso, ajustando al máximo el pie en el límite permitido para iniciar el salto. La extremidad responsable de generar la batida juega un papel fundamental. Las articulaciones del pie, la rodilla y la cadera, deben convertir toda la energía cinética que proviene de la carrera  en  energía potencial que consiga el máximo de distancia en el salto realizado. Es muy importante que el pie conserve unos grados mínimos de movilidad, al igual que la rodilla y la cadera, para que puedan comportarse en su conjunto como un muelle en el momento del salto.

 

El salto de altura es el que se combina flexibilidad, fuerza, agilidad y coordinación. Sus saltadores tienen, por lo general, una gran altura que oscila entre 1,90 y 2 metros los hombres, y 1,80m en mujeres.

A nivel dorsolumbar poseen una gran flexibilidad para ejecutar la técnica que les permite pasar al límite de la barra que marca la altura conseguida. Es un salto en el que el pie y la rodilla juegan un papel fundamental en el momento de batida, se encuentran anclados al suelo pero deben realizar junto con la cadera el giro del atleta a la vez que devuelven toda la energía acumulada en la fase de flexión.

 

También está la variable de salto de altura con pértiga. Es un salto con una gran complejidad de ejecución debido a su técnica. La gran altura alcanzada (de 4,5 a 6 metros) exige que el atleta obtenga el máximo impulso posible tanto de extremidades inferiores como superiores, transmitiéndola a la pértiga para realizar una parábola perfecta que le permita superar el listón que marca la altura.

 

 

Por último, el triple salto es una combinación de saltos con ambas piernas, en las que las extremidades inferiores deben coordinarse de una forma perfecta con el tronco para ganar el máximo de energía potencial. Además, el tobillo y la rodilla juegan un papel de estabilizadores en el que deben soportar toda la carga del individuo en los tres saltos, incrementada esta carga en función de la velocidad alcanzada. Además en el aterrizaje las rodillas y los tobillos deben permitir su extensión máxima para aumentar el tiempo de vuelo, y por lo tanto la distancia alcanzada.

(Compartiendo esta entrada desde nuestro muro de Facebook se entra en un sorteo de estudio de la pisada Podoactiva y plantillas personalizadas. Consulta las bases aquí)

Artículos Relacionados

Comentarios

Post A Comment