¿Qué caracteriza a un pie cavo?

El pie cavo es un pie que presenta una bóveda plantar más escavada de lo normal. Su empeine es más prominente y si no se realizan acciones preventivas, habitualmente termina generando la presencia de dedos en garra.

Uno de los principales problemas del pie cavo es que el apoyo se basa exclusivamente en dos únicos puntos de apoyo: la zona metatarsal (debajo de los dedos) y la zona del talón, cuando el apoyo correcto de un pie es apoyar en la zona lateral externa del pie, además de en las dos zonas anteriores. Es frecuente que en el pie cavo aparezcan zonas de callosidades y metatarsalgias (dolor en la zona detrás de los dedos) por el aumento de carga mantenida a la que se ve sometida esta zona del pie.

A nivel de la planta del pie, en un pie cavo se produce un significativo aumento de la tensión que se genera en la fascia plantar (tejido que va desde las cabezas metatarsales hasta el talón). Esta tensión mantenida suele generar patologías como las fascitis plantares y los espolones calcáneos.

Realizamos un estudio biomecánico a una paciente que refiere en consulta un dolor bajo la zona delantera del pie desde hace varios meses.

La paciente tiene un pie cavo con una flexión rígida en el primer metatarsiano que genera una presión elevada debajo de esta zona. Al caminar más de 10 minutos, empieza un dolor que va aumentando a medida que aumenta el tiempo de actividad.

Durante el estudio de la marcha, al realizar el análisis de la presión plantar en estático y dinámico aparece una alteración de la fase de propulsión del pie derecho debido al dolor.

El tratamiento ideal para minimizar la aparición de estas lesiones es la realización de una plantilla personalizada que consiga repartir de forma homogénea la carga recibida en el pie y destense la fascia plantar.

Se pautan plantillas personalizas Podoactiva mediante 3D Scan Podoactiva, con descarga de las zonas afectadas y elementos que prevengan las posibles patologías del pie cavo.